lunes, 23 de septiembre de 2013

Por un plan de actuación unitario contra las medidas regresivas.

Declaración política aprobada en la reunión de la Mesa Estatal 24 de agosto de 2013



POR UN PLAN DE ACTUACIÓN UNITARIO CONTRA LAS MEDIDAS REGRESIVAS.

Impulsemos una movilización unitaria, contundente, sostenida en el tiempo.

El gobierno da la espalda al pueblo y con el dinero de todos está rescatando a los grandes poderes financieros. El BBVA y el Banco de Santander han obtenido este año respectivamente 2882 y 2255 millones de euros de beneficio. Mientras, nuestra vida cotidiana oscila entre la disminución de salarios, la pérdida de derechos y la destrucción de puestos de trabajo.

Los poderosos han secuestrado al poder político mediante la corrupción. Gobiernos y medios de comunicación intentan distraernos creyendo que solo vivimos de televisión, radio, prensa, la manipulación estadística o vacías arengas políticas.

Y en lugar de sacarnos de la pobreza, de aliviar nuestro sufrimiento, de sacarnos de la incertidumbre, la desesperanza y el miedo, no cesan de preparar más medidas para exprimir aún más a los de abajo. Este verano mientras que el gobierno estaba enfangado por el caso Bárcenas, cuyas implicaciones sabemos que llegan hasta el mismo Presidente, no se dejaban de lanzar nuevas propuestas de agresiones, invocando futuras recuperaciones, letanía vacía conocida desde hace 5 años. Ahora quieren reducir de nuevo las pensiones, reducir los salarios otro 10%, aumentar los impuestos sobre el consumo (IVA)....

En España vivimos una situación de emergencia, que necesita una respuesta desde la ciudadanía. El Frente Cívico Somos Mayoría entiende que existen soluciones a esta situación que pasan por revertir la dirección de las políticas y medidas impuestas hasta ahora, con propuestas como:

Acabar con la deflación de sueldos que nos están imponiendo, y elevar el salario y las pensiones mínimas a los 1000 euros.

Recuperar el control sobre los precios de los abastecimientos básicos de: luz, agua, gas, comunicaciones, alimentación…

Recuperar los Sectores Estratégicos de la Economía, devolvérselos al Estado, de donde no debieron salir, pues los abastecimientos son un bien común que pertenecen a toda la ciudadanía.

Recuperar la Banca Públicaque pueda inyectar dinero a intereses fuera de los niveles de usura, acabando con el secuestro financiero que la banca privada está perpetrando y permitiendo reactivar los medios de producción y hacer que la economía real sustituya a la especulativa. Ello implica abrir un debate sobre el Euro y el sistema monetario europeo que ha secuestrado nuestra soberanía.

Y lo más importante: Recuperar la legitimidad de las bases de nuestra sociedad. La constitución de 1978 ha sido violada sistemáticamente. La última vez con la reforma del artículo 135, consensuada entre el PP y el PSOE, que dicta que el pago de la deuda está por delante de atender las necesidades de las personas. Sin consulta, sin referéndum y sin seguir los pasos previstos en la propia Constitución. Necesitamos una nueva Constitución sobre la base de los Derechos Humanos y la Carta de la Tierra, elaborada con la participación de todos los colectivos sociales que queremos recuperar la dignidad.

Pero sabemos que con nuestras fuerzas no basta. Para confrontar con el Tsunami de nuevas medidas regresivas propuestas para este otoño, necesitamos auto-convocarnos sin ninguna exclusión, para urdir un denso tejido social, sobre el compromiso de defender a la mayoría. En este sentido proponemos una convergencia que trace un plan de actuación unitario, en el que confluyan las organizaciones y personas que estén dispuestas a luchar por un cambio en nuestro país.

Esta llamada quiere permitir la suma de muchas entidades con el fin de diseñar propuestas que impliquen claramente la defensa concreta del bienestar de los ciudadanos, enfrentándose a los que causan el sufrimiento a la mayoría de la ciudadanía.

Para ese marco de compromiso común planteamos el siguiente programa de mínimos: Medidas contra el empobrecimiento (cobertura de rentas mínimas); protección social plena; paralización de desahucios; garantía de servicios básicos como el agua o luz; empleo digno revirtiendo las reformas laborales; reparto del trabajo; impago de la deuda ilegitima contraída con el poder financiero internacional; defensa de lo público en materia de salud, educación y sectores estratégicos; reversión de las privatizaciones; reforma fiscal que elimine los privilegios de los ricos y reparta la riqueza; medidas contundentes contra la corrupción, el fraude fiscal y el fraude laboral; creación de una banca pública al servicio de la mayoría social; referéndum vinculante sobre cuestiones que afecten a la mayoría social; Modificación de la Ley Electoral.

Necesitamos una movilización contundente, sostenida en el tiempo y de intensidad creciente. Entendemos que ésta puede construirse sobre la base de una propuesta de mínimos que aúne las distintas reivindicaciones y movilizaciones que están emergiendo en la sociedad aún de forma dispersa, pero que en última instancia giran en torno a los mismos problemas de fondo. El objetivo de esta propuesta es ayudarnos a superar la actual situación, para que la crisis no recaiga sobre la ciudadanía y podamos empezar a levantar un nuevo porvenir.

Solo las gentes organizadas y movilizadas podemos cambiar esta situación. Debemos dejar de mirar para otro lado con la esperanza de que las cosas se arreglen solas. Debemos plantarnos tomar la responsabilidad de nuestras vidas y recuperar el rumbo de nuestro país. Desde Frente Cívico Somos Mayoría invitamos a la reflexión y a la acción para construir sin dilación una respuesta unitaria, masiva, contundente y sostenida en el tiempo que haga caer el sistema político actual y retorne la dignidad y el poder a la ciudadanía.



lunes, 29 de julio de 2013

Por la dimisión del Gobierno con Rajoy al frente y para la apertura de un proceso constituyente.

lunes, 22 de julio de 2013

Resolución de la 1ª reunión de la Mesa Estatal del Frente Cívico "Somos Mayoría"



Comunicado del Frente Cívico Somos Mayoría

POR LA DIMISIÓN DEL GOBIERNO CON RAJOY AL FRENTE Y PARA LA APERTURA DE UN PROCESO CONSTITUYENTE


Hay hechos habituales que conocemos de sobra pero de los que sólo extraemos sus últimas consecuencias cuando nos estallan en la cara. Hace ya mucho tiempo que la mayoría de los ciudadanos llegamos a la conclusión de que el neoliberalismo nos hurtó la democracia al pueblo mediante un sinfín de estrategias que incluye la deuda ilegítima, la imposición de bajadas salariales o reformas laborales decimonónicas y una grosera y tosca manipulación mediática. Dentro de estos métodos sobresale la corrupción de los partidos políticos mayoritarios. Rajoy, Bárcenas y la financiación del PP no constituyen un caso aislado. Es la tónica general de una democracia y una cultura que nacieron mancas en el poder popular.

Los ERE, Palma Arena, Gürtel, Palau de la Música, Noos... forman parte de una constelación de ejemplos apenas los que han saltado a la luz pública en mitad de la estafa que llaman crisis. La corrupción es utilizada por el gran capital para imponer sus intereses minoritarios a todos los ciudadanos. Se apropia de la soberanía popular y legisla contra el pueblo. Hoy sabemos que, bajo sus decisiones, además se ha conducido a más de un 21% de la población de España a situaciones de pobreza, mientras que ha aumentado en un 5,4% el número de millonarios, esa exigua minoría para la que gobiernan.
 
Sin embargo, en el caso Bárcenas hay dos matices que aumentan nuestro escándalo. Nunca habían salido a la luz hechos tan claros que inculparan directamente al presidente del gobierno y el partido durante su gestión, ni la cúpula de un partido había sido tan ciega a las demandas democráticas de la población. Dicho de otro modo, el PP y Rajoy han adoptado la postura de resistir el embate de cada nueva revelación con el solo ejercicio de esperar que pierda fuerza la efervescencia ciudadana. Por eso, hemos de sostener la lucha en el tiempo.
 
El Frente Cívico Somos Mayoría es consciente de que hemos de luchar para que esta situación de inestabilidad política no se resuelva de nuevo contra la mayoría y busque los beneficios de la banca y la troika frente a los legítimos intereses de los ciudadanos, como ha demostrado el recurso contra el Decreto Antidesahucios de Andalucía. La troika y el capital, si termina por caer Rajoy, tratarán de imponer un gobierno que continúe el expolio de la ciudadanía, legisle contra los ciudadanos, desmonte la sanidad y la educación públicas, atente contra los derechos laborales obtenidos tras años de lucha, arroje cada día a más gente a contratos y salarios de miseria, aumente la carga fiscal sobre los asalariados y la disminuya sobre empresas y fortunas.
 
Ello es posible porque estamos sometidos a un sistema en el que los que gobiernan no se presentan a las elecciones, sino que tras bambalinas mediante la corrupción generalizada de las instituciones políticas, sociales y jurídicas están imponiendo el saqueo generalizado sobre la mayoría.
 
Este gobierno debe dimitir ya que no tiene ninguna legitimidad pues ganaron las elecciones mediante financiación fraudulenta y han impuesto medidas que jamas presentaron en la campaña electoral. Representan unos poderes que ahora han fijado sus garras en nuestras pensiones. Hemos de evitar que haya otro gobierno que prosiga con la conversión de nuestros derechos en sus negocios. Debemos impedirlo tanto con este gobierno o con otro con un lavado de nombres que no cambie nada en las decisiones políticas y antisociales.
 
Por tanto no basta una mera dimisión de este gobierno con su presidente al frente que dé paso a una alternancia que reproduzca esa situación. El FCSM llama a desmontar el sistema político
del bipartidismo que sustenta a la corona y abrir un proceso constituyente que entre otras cosas sustraiga el poder al Rey y a su Corte de 40 empresarios y la devuelva a la ciudadanía.
 
La corrupción no es un problema exclusivo de los partidos políticos, es un problema de la construcción misma del sistema de desarrollo económico y la relación entre capital y estado. La corrupción es un hecho generalizado pero no independiente del sistema económico. Forma parte de la estructura misma de este sistema y esta sociedad y es indispensable para su desarrollo. Tanto los corruptores como los que se dejan corromper forman parte de este sistema injusto de producción y distribución de la riqueza.
 
Esta situación es excepcional y excepcional tiene que ser nuestra respuesta. Tomemos la calle, reclamemos el final del sistema corrupto, de las políticas de austeridad, la recuperación de los derechos perdidos, el fin del gobierno de los indecentes, que no tienen suficiente con el robo amparado en la ley, con el que nos castigan cada día. Ahora se escudan impunes en la perversión de la palabra democracia ante las pruebas de comisiones y sobresueldos.
 
El Frente Cívico Somos Mayoría hace un llamamiento a todos los movimientos sociales y políticos para sostener y hacer crecer la participación ciudadana, de manera que se encamine hacia un proceso constituyente. Hacemos un llamamiento para dar una respuesta contundente, masiva, unitaria y sostenida en el tiempo que de respuesta a la grave crisis democrática, económica y social que hoy vive nuestro país.

Ya PP y PSOE aprovecharon las vacaciones de verano para la ilegítima modificación del artículo 135 de la Constitución, que es conculcada sistemáticamente. ¿Qué tratarán de hacer con los escasos derechos que aún no han convertido en negocio en esta situación de inestabilidad política si no estamos atentos a responder democráticamente? No dejemos que Bárcenas encubra el siguiente robo de soberanía a toda la ciudadanía. 

Mesa Estatal del Frente Cívico Somos Mayoría. Madrid, a 20 de julio de 2013.

domingo, 30 de junio de 2013

miércoles, 12 de junio de 2013

La Asamblea Constituyente del Frente Cívico Somos Mayoría se celebrará los días 6 y 7 de julio. En Granada, asambleas previas el 15 y 29 de junio.




La Asamblea Constituyente del Frente Cívico Somos Mayoría tendrá lugar en Rivas Vaciamadrid los días 6 y 7 de julio. En este proceso constituyente, la Coordinadora Provisional del FCSM de Granada y Provincia, convocará dos Asambleas los días 15 y 29 de junio, debido a que el calendario aprobado por la Gestora Estatal fija los días 17 y 30 junio como plazo límite para la recepción de las enmiendas y propuestas.

Las asambleas de la provincia de Granada serán los día 15 y 29 de junio. Se celebrarán en el Centro Cívico La Espiral, en la localidad de Peligros.


Orden del día de la asamblea del 15 de junio:

1.- Lectura y aprobación del acta de la asamblea anterior.
2.- Discusión sobre el programa del FCSM.
3.- Líneas de actuación del FCSM para los próximos meses.
4.- Aprobación del reglamento provincial del FCSM.
5.- Posibilidad de presentar las propuestas a la ejecutiva nacional sobre el estudio del sistema electoral propuesto por Victoriano Ramírez.
6.- Ruegos y preguntas.


Orden del día de la asamblea del día 29 de junio:

1.- Lectura y aprobación del acta de la asamblea anterior.
2.- Estudio y propuestas para la elección de los candidatos de la ejecutiva nacional (revocabilidad de los candidatos elegidos)
3.- Estudio y propuesta de creación de asambleas sectoriales.
4.- Aprobación y estudio de los estatutos del FCSM estatal.
5.- Ruegos y preguntas.

  
Podrá asistir, en ambas Asambleas provinciales, cualquier persona adscrita al Frente Cívico Somos Mayoría de la provincia de Granada (pertenezcan o no a alguna Asamblea Local) con voz y voto. Los coordinadores locales avisarán previamente del número de personas de su asamblea que asistirán a ambas reuniones provinciales.

Las asambleas preparatorias de Baza y de Castril se realizarán conjuntamente el día 13 a las 20: 30 en los locales de CC.OO.


En un enlace aparte se irán publicando los documentos para el debate.



domingo, 19 de mayo de 2013

La ruptura entre la ciudadanía y la clase política es una realidad que alterará el sistema político instituido desde la transición.



                                                                 


Como ha sucedido en varios países latinoamericanos y europeos, también en el seno de la sociedad española han surgido diferentes  movimientos ciudadanos al margen de los partidos políticos tradicionales, reivindicando una mayor calidad de la democracia y exigiendo que la economía se ponga al servicio del ser humano.

Pero la necesidad de profundizar en los cambios que se demandan entre los movimientos implicados sitúa, hoy, el debate en la posible conveniencia de alcanzar las instituciones representativas del poder político. No hay duda de que la ciudadanía tiene que ser el grupo de presión mayoritario que frene y se imponga sobre el poder de la banca, de los poderes económicos y políticos, sino que, además, como hizo, por otra parte el propio poder financiero, se trataría de asumir directamente el ejercicio del poder político a partir de la concurrencia en el juego electoral. Y en este contexto, los partidos políticos van quedando al margen.

¿Es una revuelta de la sociedad civil frente al Estado? No responde con exactitud a lo que clásicamente se ha entendido por ambas esferas del espacio público y la relación que entre ellas debía establecerse. En primer lugar, porque si aceptamos que la sociedad civil es el conjunto de mecanismos de coordinación social no dependientes del sistema administrativo estatal, entonces, pueden incluir los pertenecientes a la actividad económica. En la tradición liberal clásica, con A. Smith, primaba la consideración de la sociedad civil como sociedad comercial, en la que los individuos se relacionan persiguiendo su propio interés y el mercado, como lugar de libre intercambio de bienes y servicios (dirigido por la mano invisible), actuaría fomentando el mutuo beneficio. También, desde Hegel, la sociedad civil se ha considerado como la esfera en que los individuos actúan y para satisfacer sus necesidades utilizando a los demás como medios para sus propios fines, integrando la economía, las relaciones laborales, asociaciones gremiales, etc. Si en el primer caso (Smith), el Estado debía preservar el libre funcionamiento de la sociedad civil (basado en la propiedad privada y la economía de mercado), en el segundo (Hegel), el Estado debía intervenir a fin de asegurar las necesidades y el funcionamiento de una sociedad incapaz de organizarse por sí misma y proporcionar el progreso  social. Como vemos, a tenor de estas tradiciones acerca de la sociedad civil, hoy no podría entenderse el enfrentamiento de los movimientos ciudadanos estrictamente como una rebelión de la sociedad civil frente al Estado.

Pero, en segundo lugar, también se ha interpretado la sociedad civil como ámbito diferente de la actividad económica y del Estado, formando un sistema de mediaciones regulado por principios de solidaridad. Ha sido el filósofo alemán J. Habermas uno de los que más ha insistido en considerar la sociedad civil como la trama de relaciones y asociaciones sustentadas por lazos afectivos, identitarios o proyectos comunes (como la familia, las religiones, asociaciones culturales, vecinales, ONGs, etc.), un espacio de cooperación diferente del poder económico y del poder estatal.

Aceptando este sentido, entonces, a lo que asistimos es a una revuelta, no de la sociedad civil, sino desde ella misma. Es en ese espacio público, libre de la coerción estatal y los intereses económicos, donde se está generando una opinión pública independiente basada en la deliberación y participación, y desde la que se trata de controlar el poder político  cuestionando su legitimidad.

Los partidos políticos tradicionales (y los sindicatos oficiales), en la medida que su actividad está fuertemente profesionalizada y sus aparatos forman parte de la clase política institucionalizada, quedan fuera del movimiento emergente de la ciudadanía. Y las fricciones con aquellas fuerzas políticas que asumen en gran parte las reivindicaciones ciudadanas, fundamentalmente las de izquierdas (y ecologistas que han asumido la estructura vertical y burocratizada, previa a la aspirada profesionalización), son inevitables.

Por tanto, rigurosamente, no es la sociedad civil la que se rebela, pero sí desde ella. Desde ella surgen asociaciones, plataformas, mareas, etc., que asumen que el poder económico y político (y la puerta giratoria que lleva de uno a otro) son los causantes de la debilitación de la democracia y el empobrecimiento de la ciudadanía. En estos movimientos, que piden poner fin al modelo democrático surgido en la transición, la configuración de un amplio frente cívico como alternativa de poder, que empieza a gestarse y sentirse como una necesidad, puede ser una realidad en próximas contiendas electorales.